viernes, 7 de mayo de 2010

Aire y un triste resultado

La fuerza de la naturaleza, es imparable.

Ella es la que todo lo transforma, con o sin nuestro permiso. Hace dos días, había bastante viento por  aquí, en la sierra madrileña y de repente, una especie de huracán se apoderó de toda la zona con un triste desenlace.


Paseando por la Dehesa de Collado Villalba, pude contemplar estas tristes imágenes de encinas y chopos arrancados, dantesco espectáculo especialmente triste, pues de estos, no sobran precisamente y más ahora que van a sustituir esta chopera por un hospital cercano a este lugar.
Total, que me quedé triste, aunque mientras sea el viento y no el hombre pues es "ley de vida", adios amigos "vegetales" y gracias por los servicios prestados ....

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